Cómo eliminar las huellas de tus sandalias
Si tienes unas sandalias que te encantan, pero se han quedado marcadas las huellas por el sudor, te mostramos los mejores trucos para limpiarlas y que queden como nuevas.
El verano ha llegado a España y las sandalias son el calzado por excelencia, es la elección de la inmensa mayoría de las personas para estar cómodos y frescos. Pero con ellas, llega un problema que nos suele afectar a todos, y son esas huellas características que se van quedando impregnadas con el uso debido al sudor.
La pregunta es, ¿cómo eliminar las huellas de tus sandalias? A continuación, te mostramos algunos trucos para eliminarlas dependiendo del tipo de material del calzado.
Cómo limpiar el interior de unas sandalias
Existen soluciones más allá de sustituir nuestras viejas sandalias, además son más eficaces de lo que pensamos. Presta atención, te ofrecemos unas cuantos trucos sencillos que te permitirán limpiar tus sandalias favoritas sin esfuerzo. ¡Allá vamos!
1. Sandalias de gamuza
Para limpiar las sandalias de gamuza hay un truco específico que es la mejor solución, aunque no acabes de creerlo. Se trata del papel de lija, con el que conseguirás unos resultados increíbles e inmediatos, dejando tus sandalias en perfecto estado.
2. Sandalias de cuero
El cuero es un material delicado y lo primero que debemos saber es si nuestras sandalias están fabricadas con cuero tratado. Para ello, solo tendrás que dejar caer una gota de agua sobre tus sandalias de cuero: si resbala, es cuero tratado.
Podemos usar bicarbonato de sodio para limpiar las sandalias de cuero, pero si es cuero tratado tendremos que retirarlo con un trapo humedecido con agua y vinagre. Esta mezcla hará maravillas con este material.
El bicarbonato requerirá un día entero para hacer su trabajo antes de retirarlo. Además, es recomendable usar una bola de papel de periódico dentro de las sandalias de cuero para que absorba la humedad antes de utilizarlas. Con algo más de diez minutos antes de ponérnoslas será suficiente, lo que evitará que los malos olores se adhieran a nuestras sandalias.
El betún o el aceite para sillas son otros productos que nos pueden ayudar en el cuidado de las sandalias de cuero. El aceite en particular es perfecto para este fin.
3. Sandalias de agua
La mayoría de estas sandalias de plástico o chancletas se pueden meter en la lavadora y no requieren de otros cuidados más que aplicar un desodorante cuando estén secas. Otra opción eficaz es pulverizar unas gotas de árbol del té a las sandalias de agua, pues sirve como fungicida y elimina el mal olor.
4. Sandalias de corcho
Limpiar las sandalias de corcho es muy fácil. Sigue los siguientes consejos para mantenerlas en perfecto estado durante mucho tiempo. Necesitarás agua caliente, un cepillo de púas y jabón natural específico para limpiar el corcho, mejor si es artesanal.
En primer lugar, unta las sandalias con el jabón humedecido con agua caliente. Después, moja el cepillo en agua y frota la suela de corcho con cuidado de no dañarlo, así que no ejerzas mucha fuerza.
Cuando termines, enjuaga con agua fría las sandalias de corcho y comprueba el resultado. Si lo consideras necesario, repite todo el proceso que, además, acabará con el mal olor. Por último, pon las sandalias a secar y no las uses hasta que estén secas por completo. No tengas miedo de mojar el corcho, es impermeable y repele el agua.